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sábado, septiembre 02, 2006
Comiendo cerca de la UCV
(parte I) Las Grandes Ligas. Saliendo de la UCV por la parroquia universitaria, cruzando a la derecha frente al balancín petrolero que esta frente a la bomba Shell y cruzando de inmediato a mano izquierda luego de pasar El Tropezón, justo a unos 30 metros del Farmatodo, se encuentra la tasca y bar restaurante Las Grandes Ligas. Para obligada para el estudiante y profesor ucevista. Los alrededores de la UCV no suelen ser un oasis gastronómico ni mucho menos, las cercanías están plagadas de tascas y bares entre cuyas especialidades no esta la buena cocina, sin embargo algo hay que hacer para mantener el estomago lleno sin lesionar las tripas mientras haya que dar o ir a clases. Las Grandes ligas es de los pocos lugares en los que se puede comer decentemente si se conoce la carta, ya que un tropiezo con su salsa de tomate con petit pois puede ser letal. El lugar es pequeño, está decorado con afiches de grandes ligas, varios de ellos venezolanos, un televesior inmenso para ver béisbol o fútbol, de acuerdo a la ocasión y mesitas de madera a la usanza respectiva de cualquier tasca. El menú ejecutivo cuesta 9.200 bs. Incluye sopa, seco y jugo. Las sopas suelen ser muy buenas, sobre todo la crema de camarones, su textura es muy delicada y el sabor llega a ser intenso, y eso gusta, por otra parte, suelo recomendar el pernil a la plancha con ensalada mixta y papas al vapor. Normalmente las papar al vapor no suelen ser tomadas en cuenta, sin embargo, en ese lugar saben hacer unas muy buena papas al vapor que sin sal y sin mantequilla suelen caer muy bien a cualquier estomago hambriento. El mero a la plancha suele ser bastante bueno. En general las porciones suelen ser generosas, sin embargo en lo que a bebida se refiere es requisito sine qua non pedir un tercio para entender el concepto del lugar. No es un lugar para sibaritas, es un lugar para conversar, acerca del trabajo, de los rollos administrativos, de mujeres, de intrigas y vericuetos burocráticos y administrativos, el local se presta para ello, es un lugar para retratar el diario vivir de una comunidad mal acostumbrada a comer de cierta manera, a resolver los problemas de otra forma cuando no se pueden resolver dentro de la universidad, un lugar para hablar paja con los compañeros. Esas son Las Grandes Ligas. Comiendo cerca de la UCV (parte II) La Estrella China. Como cualquier bar o restaurant de las cercanía de la UCV, su especialidad son los tercios, el tercio de Ice, el de Pilsen, en de Light se sirven bastante bien, en su temperatura ideal, casi siempre recubiertos de una delgada capa de hielo que muestra la honestidad del chino cuando te dijo que la cerveza de verdad estaba fría. Queda a 30 metros del Tropezón caminando siempre derecho paralelo al rio. Es el único restaurante chino que incluye tres tipos de comida dentro del plato ejecutivo, que no excede los 12 mil bolos, suelen ser fanáticos de la fritanga por lo que las limpias y los guantones vendrán destilando aceite, las porciones son grandes, copan el plato, por lo que es difícil que alguien quede fallo, su salsa agridulce peca de dulce ya sea que se la pongas al arroz o venga en el pollo, sin embargo, si apaciguar el hambre se trata es una buena opción. El lugar tiene un gancho particular, un ventanal por el que se ve la calle y la gente al pasar, es muy común estar tomando o comiendo y ver gente conocida caminando, o en la parada de autobús o metrobus, son frecuentes los encuentros casuales entre panas y colegas que solitarios van a comer y terminan sentándose en la misma mesa en esos chinos. Mi recomendación es comer, cuando mucho, dos veces ahí, el sabor puede ser cansón y la digestión pesada, comer dos veces seguidas en ese lugar no es recomendable, tomar cerveza allí si, cuantas veces se plazca si quieres tomar cerveza bien fría. Junto a las Grande Ligas se disputan la categoría de favoritos dentro del profesorado de las facultades cercanas, ya que las cervezas cuestan trescientos o quinientos bolos más que en los demás bares donde no sirven comida, por lo que los estudiantes eventualmente emigran a otros lugares sin aire acondicionado. Es otro lugar más donde matar el hambre pero con la atmósfera de ucevista. Los chinos supieron como montar su negocio. Antes allí estaba un lugar llamado El Cambural, una tasca en la que tocaban guitarra e incluso servían tapas de vez en cuando, tal vez por eso quebraron, los chinos no regalan ni el agua y tal vez por eso se mantengan. By Miguel
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1 comentario:
Un poquito más adelante hay una tasca que se llama LA NAVE, atendida directamente por uno de sus dueños,Eduard, a quien le fascina hablar y recomendar las especialidades del día!!!!
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